¡Gracias Instagram! Es la lavadora que quería

Seguro que alguna vez has estado hablando con alguien del viaje que ibas a hacer, la bombilla inteligente que querías o el libro que acababas de leer y, ¡boom! A las horas, Instagram estaba bombardeándote con todo tipo de publicidad relacionada.

Hace algún tiempo, cuando aún tenía Instagram, tuve una conversación de este tipo con mi familia. Sintiéndome bastante enfadada ante el descaro con el que esta red social parecía vulnerar mi privacidad, decidí quitarle a Instagram los permisos de micrófono para que no pudiera escucharme.

Cuál fue mi sorpresa, varios días después, cuando al intentar subir una foto a mis historias, me apareció un mensaje pidiéndome que activara los permisos de micrófono. ¡No tenía ningún sentido! Entendería que si quieres grabar un directo o un vídeo en las historias, el vídeo no tuviera audio, pero, ¡Una foto! Fue como si viera un cartel luminoso con: ¿Quieres usar una de esas funcionalidades a las que te he animado a engancharte? Acepta que escucharé tus conversaciones.

La verdad es que no está claro que Instagram recopile datos del micrófono de los móviles para usarla con fines comerciales. De hecho, Facebook (ahora Meta) lo ha negado en varias ocasiones. Yo sigo manteniendo mis dudas al respecto. ¿Por qué no dejarme subir aquella foto?

Todo esto del uso de la voz me recuerda a un proyecto en el que trabajé. La empresa quería saber de qué hablaban las personas que llamaban a su call center. ¿Cuáles eran los temas que mencionaban? ¿Las opiniones eran positivas o negativas? ¿Las personas estaban satisfechas con sus productos? La idea era bastante sencilla, transformaríamos los audios a texto para luego clasificarlos usando modelos de Machine Learning.

No creo que haya nada de malo en que una empresa haga eso. Como es natural, la empresa desea mejorar sus servicios, llegar a más personas y aumentar sus beneficios a final de año. El problema es la desinformación. La naturalidad con la que nos creemos que porque esos audios se almacenaron en nuestros servidores, entonces esos datos nos pertenecen y, por lo tanto, podemos hacer con ellos lo que queramos. Qué tangiblemente opaco y sibilino, cuando trabajas detrás de los modelos, se vuelve eso de: Le informamos de que esta conversación podrá ser grabada para mejorar la calidad de nuestro servicio. Qué honrado sería si, en vez de eso, dijeran algo como: Le aseguramos que, a menos que falle algún sistema, grabaremos esta conversación. Es muy probable que usemos todo lo que diga para mejorar nuestro plan de marketing. Le damos las gracias por las ganancias ocasionadas. Si no quiere que sus datos sean almacenados y usados, háganoslo saber. Al fin y al cabo, solo llamas al call center para resolver tus dudas.

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